Alessandro Lequio Despedido de Telecinco

Alessandro Lequio despedido de Telecinco: Desconcierto y Enfado

La noticia de Alessandro Lequio, colaborador histórico de Telecinco, dejó al sector completamente desconcertado. Lo que horas antes había sido una mañana televisiva más en Vamos a ver, el programa presentado por Patricia Pardo, terminó convirtiéndose en su última aparición después de dos décadas en la cadena. El motivo: la recepción del auto judicial que otorgaba a Antonia Dell’Atte la exceptio veritatis en relación a los episodios que ella relató en una entrevista para El País.

Un análisis interno de la documentación presentada por la exmodelo llevó a Mediaset a tomar la decisión que pocos esperaban. La productora Unicorn Content —responsable del programa y dirigida por Ana Rosa Quintana— respaldó la medida desde el primer momento, y la salida se ejecutó con una rapidez que sorprendió incluso al propio entorno del colaborador.

Así se escribía el primer capítulo de un caso que ya se comenta como uno de los movimientos más contundentes de la cadena en los últimos años.


La mañana siguiente: un silencio atronador en el plató

El primer Vamos a ver tras la noticia ofreció una imagen reveladora. Ni una referencia, ni un comentario, ni un gesto hacia el colaborador ausente. La mesa de actualidad siguió su curso habitual con Pepe del Real, Sandra Aladro, Alejandra Rubio, Adriana Dorronsoro, Antonio Montero y Giovana González, como si nada hubiese ocurrido.

Ese silencio absoluto era, en sí mismo, una declaración de intenciones. La cadena optó por borrar cualquier rastro mediático del comunicador, siguiendo un protocolo similar al aplicado en otros casos de gran tensión pública.

Aquí aparecía de forma inevitable la lectura más comentada entre espectadores y expertos: este era el primer efecto visible de la decisión que ya muchos sintetizan como Alessandro Lequio Despedido de Telecinco, un movimiento que no iba a contar con explicaciones públicas ni despedidas formales.


La entrevista que reactivó un pasado incómodo

Todo se precipitó después de la entrevista de Antonia Dell’Atte con El País, en la que relató episodios de violencia durante su matrimonio con el colaborador. “La primera patada me la dio estando embarazada, a la vuelta de la luna de miel”, recordaba la exmodelo, señalando que presentó una denuncia en 1991 pero que la retiró poco después.

Esa entrevista no solo reabrió un capítulo delicado, sino que obligó a la cadena a examinar su posición. Tras recibir la documentación judicial y valorar sus implicaciones, Mediaset decidió poner fin a las apariciones del colaborador en todos sus programas.

Una decisión dura, ejecutada con la misma contundencia que se aplicó en otros casos mediáticos donde la cadena quiso marcar distancia frente a controversias de impacto social.


La reunión interna que anticipaba tensiones

Poco después de la entrevista, Unicorn Content reunió a su plantilla para mostrar apoyo al colaborador. Según reveló el podcast No somos nadie, se pidió a los trabajadores que evitaran exponerse públicamente y que, en caso de ser preguntados, defendieran a Alessandro Lequio.

Sin embargo, cuando la directiva de Mediaset decidió cortar la relación laboral, la productora no tuvo margen de maniobra. La ruptura fue inmediata e irreversible.
Fue otro indicio de que la cadena buscaba cerrar filas con un mensaje firme y sin doble lectura, reforzando la interpretación que ya dominaba titulares: el caso Alessandro Lequio Despedido de Telecinco ya estaba sellado.


La respuesta del público: desconcierto y enfado por la falta de explicaciones

La ausencia total de referencias en pantalla provocó un estallido en redes sociales. Parte del público habitual consideró que eliminar cualquier alusión al colaborador transmitía una frialdad excesiva, casi como si nunca hubiera formado parte del programa.

Aunque la cadena no ha explicado públicamente su decisión, la puesta en marcha del protocolo, el silencio en directo y el cese fulminante han encajado en una estrategia que busca cortar de raíz un vínculo profesional que duraba más de veinte años.

Así se va configurando el nuevo capítulo de un caso que seguirá dando titulares. Porque el impacto de Alessandro Lequio Despedido de Telecinco no termina en su salida: abre un debate sobre cómo gestionan las cadenas los escándalos que reactivan situaciones del pasado, y qué implicaciones tienen estas decisiones en la narrativa televisiva.


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