Helena y Barranco duermen juntos «El Placer sube y sube»
La tensión en Villa Playa llevaba días creciendo, pero lo que ocurrió durante la última fiesta confirmó que la conexión entre Helena y Albert Barranco había cruzado una línea que todos intuían. Mientras en la otra villa Rodri avanzaba con Olatz, su pareja se dejaba llevar por un juego de miradas, bailes y confesiones que acabó convirtiéndose en el momento más comentado del programa.
En pleno baile, Barranco lanzó la propuesta sin rodeos: dormir juntos en la misma cama. “Si quieres que yo duerma contigo me lo dices y ya está”, le susurraba entre risas. Helena, jugando al tira y afloja, fingía resistencia, aunque la complicidad entre ambos dejaba poco espacio para la duda. “No, si no quiero…”, respondió ella mientras seguían tonteando pegados en la pista.
Él insistía. Ella cedía “un poquito”. Y el ambiente no hacía más que subir de temperatura. Fue el primer indicio de que lo que estaba por venir iba a ser decisivo.
La conversación que lo cambió todo
Tras la fiesta, el tonteo se trasladó a la habitación de Helena, donde continuaron hablando sobre la idea de compartir cama. Ella jugaba con la posibilidad, él desplegaba todo su carisma para convencerla de que sería solo para “dormir, solo dormir”.
El juego se estaba volviendo demasiado evidente. Ella misma lo confesaba: le gustaba ver a Barranco intentando conquistarla, persiguiéndola, siguiéndole el ritmo. El ambiente era tan intenso que la frase Helena y Barranco duermen juntos empezaba a sentirse inevitable.
La confesión definitiva de Helena
En un momento clave, Helena rompió cualquier barrera pendiente. “A mí me encantan los besos de Barranco. Tenemos mucha conexión. Se le cae la baba”, admitía sin filtros. E iba más allá: “A mí también se me cae la baba, estoy muy bien”.
Ese reconocimiento marcó un antes y un después. La temperatura se disparó, el deseo se volvió imposible de ocultar y la decisión de la noche parecía tomada antes incluso de que la puerta de la habitación se cerrara.
“¿Preparado para entrar en el infierno?”
La escena final fue tan explícita como inflamable. Cuando Helena preguntó “¿Preparado para entrar en el infierno?”, Barranco no dudó ni un segundo. Y una vez dentro, todo se aceleró. Él se desnudó para ducharse mientras ella lo miraba de reojo desde la cama, incapaz de esconder el magnetismo del momento.
Después, ya bajo las sábanas, los besos empezaron suaves… y terminaron subiendo de tono. Hubo caricias en otras zonas del cuerpo, besos más fogosos y un vaivén de pasión que solo se frenó cuando ella decidió poner un límite. Pero el hecho ya estaba consumado: Helena y Barranco duermen juntos, y eso cambió por completo el rumbo del programa.
La reacción de Rodri desde la otra villa
Mientras tanto, en Villa Montaña, la alarma de la tentación no le dio tregua a Rodri, incapaz de conciliar el sueño. “Vas imaginando lo peor. Ver a Helena seguir avanzando con Barranco me va a doler y me va a hundir”, confesaba totalmente roto.
El impacto emocional era inevitable. La consecuencia también: Helena y Barranco duermen juntos se convirtió en la frase que reventó todas las previsiones de la edición y dejó en el aire qué pasará cuando él vea las imágenes completas.
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