Makoke Puente de las emociones: Secretos muy Oscuros

Makoke ha abierto su corazón en Supervivientes 2025, revelando los momentos más oscuros de su vida. En una edición cargada de emociones, la superviviente compartió una de las experiencias más difíciles que ha vivido: las tensas relaciones con los padres de sus hijos. A través de la intervención de El Puente de las emociones, Makoke confesó cómo la oscuridad la ha acompañado en varias etapas de su vida.

Un pasado lleno de dificultades familiares

A lo largo de su trayectoria, Makoke ha vivido situaciones complejas con los padres de sus hijos, Anita Matamoros y Javier Tudela. Estos momentos de conflicto le han dejado huellas profundas, aunque la superviviente reconoce que, en su vida, la oscuridad ha sido una constante. «Me he sentido sin fuerzas, pero siempre he logrado salir de ello», relató. En su confesión, la participante de Supervivientes añadió que, a pesar de haber tenido enfrentamientos con los padres de sus hijos, siempre ha buscado hacer las paces y superar las dificultades.

Makoke y su relación con sus hijos: una sinceridad dolorosa

En su paso por Supervivientes 2025, Makoke recordó cómo, durante un viaje familiar antes de ingresar al reality, ella y sus hijos tuvieron una conversación muy sincera. «Me dijeron lo que les había molestado y les pedí perdón», dijo. A pesar de que en varias ocasiones no se sintió como la mejor madre, Makoke expresó sentirse muy agradecida por el cambio en la relación con ellos. Hoy en día, el sentir que sus hijos le dicen «has hecho bien las cosas» es uno de los mayores regalos para ella.

El Puente de las emociones: un punto de inflexión en su vida

Uno de los momentos más tensos de la edición fue cuando Makoke enfrentó El Puente de las emociones. En este instante, la palabra «oscuridad» se volvió muy significativa para ella. Reconoció que aunque en su vida ha tenido momentos de gran sufrimiento, siempre ha encontrado la fuerza para superar las dificultades y salir adelante.

Una nueva etapa con sus hijos y nietos

Después de esos momentos difíciles, la superviviente encuentra consuelo en la relación con sus hijos y, ahora, en su rol de abuela. «Ser abuela y vivirlo con juventud es un regalo de la vida», confesó, destacando lo importante que es para ella disfrutar de sus nietos en esta nueva etapa.